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¿Qué determina tu rol como Executive Assistant? Spoiler: no es solo la empresa

Si estás empezando (o ya llevas un tiempo) como Executive Assistant, probablemente te hayas preguntado: ¿Todos los puestos de EA son iguales? ¿Qué determina realmente mi experiencia en este rol?


La mayoría de la gente asume que ser asistente es simplemente ejecutar tareas repetitivas y tener una buena organización. Pero la realidad es mucho más compleja. Tu experiencia como EA depende de tres factores principales, y te sorprenderá cuál de ellos tiene más peso.


Después de años trabajando como EA en diferentes empresas y con distintos managers, he identificado esta fórmula:

  • La empresa: 30%

  • Las funciones del puesto: 20%

  • La persona a la que das soporte: 50%


Vamos por partes:

30%: La empresa. La cultura empresarial, el tamaño de la compañía, el sector y la forma en que valoran el rol de EA marcarán tu día a día.

¿Tu puesto está integrado en los procesos clave? ¿Se te incluye en decisiones? ¿Se reconoce tu labor? Todo esto influye, especialmente al elegir entre una startup, una multinacional o una empresa más tradicional.


20%: Las funciones del puesto. Aunque hay funciones comunes en cualquier puesto de EA (gestión de agenda, coordinación de reuniones, preparación de viajes), la realidad es que el nivel de responsabilidad cambia mucho. Cuanto más senior sea el rol, más tareas estratégicas tendrás: reporting, gestión de información sensible, relación con stakeholders, participación en proyectos…


50%: La persona a la que das soporte (tu manager). Este es el gran factor del que nadie habla lo suficiente. La relación con tu manager puede hacer o deshacer tu experiencia como EA. Confianza, comunicación, respeto y alineación de estilo son clave. Y esto no siempre se da desde el primer día.


Déjame contarte un ejemplo real.

Trabajaba como EA en una gran compañía, dando soporte a una directora con la que, aunque teníamos buena relación, nunca hubo “click”. No delegaba, no me incluía en los emails y me sentía constantemente frustrada.


En un offsite, escuché cómo se refería en tono de broma a la gestión de agendas como algo que “cualquiera podría hacer”. Me dijo que no me lo tomara a mal… pero en ese momento entendí que no valoraba mi rol. Y sin eso, el crecimiento era imposible.


Meses después, se fue de la empresa. Tuve un nuevo manager que, desde el minuto uno, me dio control total y visibilidad: yo gestionaba toda su agenda, era su punto de contacto y participaba en todo. Por primera vez sentí que formaba parte del negocio.

El resultado: me ilusioné, rendí al máximo y… me promocionaron.


¿La lección? Tu manager define tu experiencia como EA


Tu trabajo, tu visibilidad, tu satisfacción e incluso tu desarrollo profesional dependerán en gran parte de la persona a la que das soporte. Y aunque esto no siempre se puede elegir, sí puedes aprender a identificar los entornos que sí te valoran.


Este tipo de cosas no se suelen contar. No salen en las ofertas de empleo ni en los trainings… pero son esenciales para sobrevivir (y crecer) en esta profesión.


¿Te ha pasado algo similar?


Cuéntamelo por Instagram (@zaidamontes) o en comentarios.

 
 
 

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