Mi historia
Cuando empecé, no imaginaba que el rol de EA me llevaría tan lejos.
He trabajado más de una década como Executive Assistant en empresas internacionales como Würth Elektronics, Amazon, Telepizza y Celonis, gestionando agendas complejas, eventos globales, relaciones clave y proyectos de alto impacto.
Viví y trabajé en India, Alemania, Finlandia y España, lo que me dio una perspectiva multicultural y me enseñó a adaptarme rápido, liderar desde la sombra y mantener siempre el foco.
He trabajado en entornos complejos, gestionando agendas imposibles, acompañando a líderes exigentes y enfrentándome a todo tipo de imprevistos. A veces con éxito. A veces con lágrimas. Pero siempre aprendiendo.
Con el tiempo entendí que el trabajo de una EA es mucho más que estar disponible: es anticipar, sostener, traducir contextos, dar estructura, crear estabilidad, proteger el tiempo de quienes lideran. Y todo eso, muchas veces, sin formación específica, sin manual y sin reconocimiento.
Lo que me llevó a crear este espacio
He pasado por el agotamiento, la sobrecarga y la sensación de invisibilidad.
También he sentido orgullo profundo por un proyecto bien ejecutado, por saber que soy el pilar silencioso de decisiones grandes.
He vivido las dos caras. Y un día me pregunté:
¿Dónde están los espacios donde las asistentes podemos aprender, crecer, compartir?
¿Quién nos ayuda a convertirnos en profesionales visibles, estratégicas, bien pagadas y seguras de nuestro valor?
No encontré muchos. Así que decidí crear el mío.
Mi misión
Acompañarte.
Darte estructura. Herramientas. Claridad.
Recordarte que no estás sola.
Y mostrarte que es posible avanzar, negociar, disfrutar e incluso brillar… sin perder la cabeza.
Porque no nacimos organizadas: aprendimos a sostener el caos.Y eso también merece reconocimiento.
Hoy
Sigo trabajando como Executive Assistant, porque amo lo que hago y creo en este rol.
Y combino mi trabajo con mentorías 1:1, talleres y charlas en eventos donde me invitan a compartir lo que he aprendido.
Mi enfoque es directo, sin postureo y con muchísima práctica.
Porque el tiempo de las asistentes es oro, y mi trabajo es ayudarte a usarlo bien.